El silencio llegó a la Romareda. La afición estaba respondiendo. Visitas a la Ciudad Deportiva, ánimos y fidelidad a los jugadores del Real Zaragoza. La historia de un club está en sus manos. Pero ellos no han respondido. No han reaccionado. No han salido a jugar.
Un equipo sin alma saltó al terreno de juego a las seis de la tarde. La afición confíaba en que hoy era el día de comenzara a soñar, otro año más con la salvación, pero una nube negra que sumió en el silencio a la esperanza zaragocista hizo que en el minuto 40 se adelantará el Mallorca con un gol de cabeza. Abraham no respondió y Roberto no nos pudo salvar esta vez.El Mallorca no hizo grandes méritos aunque la defensa zaragocista aportó su "talento" habitual y le facilitó oportunidades que el equipo de Caparrós no supo aprovechar. El Real Zaragoza intentó despertar pero no lo logró.
Qué más decir de un partido que nos hunde en la miseria, que nos deja muertos y vagando por la clasificación un año más. Escuchar que esto es una vergüenza y decirlo tu también es el pan de cada día. El silencio llegó a la Romareda.
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