lunes, 26 de septiembre de 2011

BETIS 4 - 3 REAL ZARAGOZA (JUEVES 22)

Un resultado engañoso. Aquel no viese el encuentro, puede creer que el equipo andaluz hizo lo que quiso con el Real Zaragoza, y que luego el conjunto de Aguirre lo único que hizo fue maquillar el marcador. O bien, puede pensar ¡qué partidazo! . Pues NO. NO y NO.

Fue un encuentro cara a cara, sin ningún protagonista destacado, ninguno fue superior. El conjunto verdiblanco demostró que los resultados no han llegado por casualidad, porque la efectividad de los beticos fue, al menos en este encuentro, fue del cien por cien. Dos veces alcanzaron la meta de Roberto y las dos acertaron. - No siempre Roberto puede salvar al equipo -

Por lo que respecta al equipo blanquillo mostró sus debilidades en defensa. Juárez sobran las palabras... Da Silva está cansado. Dio muestras de no llegar a todo, el penalti  por mano que le pitaron lo demostró. Mateos, tiene que aprender a ser más frio y calcculador. Y Paredes... bueno es Paredes.

La defensa en el primer gol dejó la puerta abierta para un Roque Santa Cruz que... bueno no hace falta decir que remata todo lo que ve. El penalti que podría en 2-0 en el marcador, llegó en el minuto 12 a manos de Salva Sevilla. Todo parecía perdido. El Betis era un equipo de Champions y el Real Zaragoza... de la Liga Adelante. Las sensaciones del año pasado afloraban de nuevo.

Pero todo cambió cuando en el minuto 36, un leve Juárez daba al balón que llorando y sin que la defensa betica pudiera tocarlo, entró. 2-1 en el marcador. Así se llegó al descanso. El equipo de Aguirre estaba de nuevo en el partido.

Comenzó la segunda parte y con ella llegó una nueva decepción... gol del Betis. 3-1. Beñat de penaltii mataba a un Zaragoza adormitado y miedoso. Ante un Betis, que con respeto no es para tirar cohetes. Y en el minuto 49 Roque Santa Cruz remató a un Zaragoza que no conseguía brillar.

Lafita, Barrera, Ponzio.... nadie daba brillo a un equipo que se apagaba poco a poco frente a un Betis que parecía que se comía el mundo. Pero de repente, apareció un jugador veloz, desbordante y trepidante. Sí Juan Carlos. Ese jugador que tanto necesita el conjunto en el campo. Y consigió marcar en el minuto 76 y en el 79 marcar dos goles que daban al marcador un resultado más justo.

Sensaciones 3 puntos regalados en los primeros 30 minutos de partido.

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