Cinco puntos. Es la distancia que hay que recortar para que la próxima temporada el Real Zaragoza esté en Primera División. Este es el objetivo con el que el entrenador del conjunto, Manolo Jiménez, prepara los próximos encuentros.
El duelo ante el Mallorca es decisivo para la permanencia. A pesar de no depender de ‘nosotros mismos’, tenemos que olvidarnos del resto de equipos, hay que olvidarse de lo demás, sólo existe un objetivo: GANAR y esperar.
La plantilla lo sabe y son conscientes de que necesitan un partido como el del pasado domingo ante el Granada y una actitud de luchar como la que demostraron ante el Barcelona.
Pero los problemas no desaparecen. Y es que las ausencias están marcando la actualidad del Real Zaragoza. En el entrenamiento Pintér, Paredes, Aranda, Obradovic y Apoño han estado trabajando al margen, mientras tanto Abraham ha comenzado con carrera continua. Ante estos hechos Jiménez ha decidido subir a Kevin, Joel Valencia y Ramiro. (Esperemos que esta vez sea para usarlos en el campo).
Con el cambio del equipo el mister ha establecido una nueva forma de juego, algo que se está reflejando en los resultados y en la actitud del conjunto en el terreno. Y es que ahora hay un tramo esperanzador, en el que las opciones del Real Zaragoza se han multiplicado Cuando todo estaba sentenciado, revivió el orgullo zaragocista.
Los jugadores creen en la salvación y ahora lo están demostrando. Con últimos resultados el objetivo está más cerca. Hablar sobre el campo es la única idea de un equipo que ha resucitado en las últimas jornadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario